Nueva definición para la salud bucal
El Journal of Dental Research, la revista más importante en Odontología, recoge en su último número la nueva definición de salud bucal elaborada por la FDI World Dental Federation; un “nuevo” término que debería tomarse muy en cuenta a nivel clínico, político, científico y universitario. ¡Te contamos todos los detalles a continuación!
¿Qué es la salud bucal?
En 1948, la OMS formuló una definición de salud que fue considerada radical y revolucionaria. Con los años, ese “significado” ha ido evolucionando y adaptándose a todos los ámbitos hasta ser considerado como un concepto dinámico, de naturaleza subjetiva y fuertemente influenciado por el contexto social y cultural.
Sobre esa base se construyeron definiciones de salud oral que hacían especial hincapié en componentes funcionales. Por ejemplo:
- Dolan (1993) definió la salud bucal como «una dentición cómoda y funcional que permite a los individuos continuar su vida social».
- Sheiham y Spencer, por su parte, declararon en 1997 que «la salud oral es la capacidad de masticar y comer toda la gama de alimentos nativos de la dieta, hablar claramente, tener una sonrisa socialmente aceptable y un perfil dentofacial, estar cómodo, libre de dolor y tener el aliento fresco.”
- Y asociaciones dentales de todo el mundo han elaborados sus propias definiciones, pero nunca se ha llegado a un consenso universal alrededor del término “salud oral”.
Ahora, la FDI World Dental Federation propone una nueva definición que reconoce la importancia de los factores sociales en la salud bucodental y que supone un desafío para la comunidad científica en la búsqueda de una definición global y consensuada que ayude a comprender y promover una mejor salud oral a nivel mundial.
La salud bucal es multifacética e incluye la capacidad de hablar, sonreír, oler, saborear, tocar, masticar, tragar y transmitir una serie de emociones a través de expresiones faciales con confianza y sin dolor, malestar o enfermedad del complejo craneofacial. Otros atributos incluyen que es un componente fundamental de la salud y bienestar físico y mental. (…) Refleja los atributos fisiológicos, sociales y psicológicos que son esenciales para la calidad de vida. Está influenciada por las experiencias cambiantes del individuo, las percepciones, las expectativas y la capacidad de adaptarse a las circunstancias.
Esta nueva definición nos exige y motiva a seguir mejorando nuestra clínica, nuestra docencia y nuestra investigación, como intentamos desde siempre.